El CEC se fundó en Saltillo en el año de 1969 por el padre Luis Rodríguez del Río en compañía del Misionero del Espíritu Santo, el padre Luis Manuel Guzmán Guerrero. Su fundación comenzó con la primer brigada Excélsior, en el mes de diciembre, los asistentes a este encuentro fueron jóvenes del grupo ACJM (Acción Católica de la Juventud Mexicana) quienes ya tenían relación con el padre Luis Manuel. La distribución de actividades fue con un equipo de Guadalajara y los dos sacerdotes, después de culminar el retiro el padre Luis Rodríguez se encargo de la formación en el centro diocesano ubicado en la zona centro de Saltillo, el sacerdote entre charlas motivaba a los jóvenes para continuar con el movimiento, después se trasladaron al patio de un salón llamado “Caballeros de Colón” el grupo no tenia un lugar definido para sus formaciones y se mudaban de lugar en varias ocasiones, pero se mantenían los muchachos que habían realizado su brigada así cómo nuevos integrantes, el movimiento continuaba en crecimiento y se encontraban lugares amplios para la cantidad de muchachos: tanto que llegaron a estar en la academia del Don Bosco, al pasarlos años la estructura del movimiento se iba consolidando y se conformaban los grupos de formación como la coordinación general y al pasar los días y ver como más jóvenes se acercaban se fueron expandiendo a las parroquias de Saltillo.    

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Contamos con quince centros de formación activos en la delegación, así como un grupo en vinculación, Ascención del Señor, preparandose para formar parte de nuestro movimiento. Las edades que se manejan son de 14 hasta los 25 años. 

Como formación para los brigadistas CEC Saltillo ofrece Escuela de la Cruz para JR y Excélsior.

Agregando una pieza fundamental en el crecimiento del movimiento, se encuentran los grupos de Bambinos, contamos con siete centros de formación para edades entre los seis hasta los doce años.

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Apostolados que nos representa es el dar de comer al que necesita, pero no solo hablando de comida, sino también de la palabra de Dios. Nuestros centros de formación emplean sus apostolados en entregar despensas, apoyo en los comedores, visita a la casa del migrante, visita a los hospitales y en cada actividad comparten el evangelio a las personas presentes; también compartiendo experiencias y enseñanzas.